Salmo 41: 2 - 5, 13 - 14
2 ¡Dichoso el que cuida del débil y del pobre! En día de desgracia le libera Yahveh;
3 Yahveh le guarda, vida y dicha en la tierra le depara, y no le abandona a la saña de sus enemigos;
4 le sostiene Yahveh en su lecho de dolor; tú rehaces entera la postración en que se sume.
5 Yo he dicho: «Tenme piedad, Yahveh, sana mi alma, pues contra ti he pecado!»
13 y a mí me mantendrás en mi inocencia, y ante tu faz me admitirás por siempre.
14 ¡Bendito sea Yahveh, Dios de Israel, desde siempre hasta siempre! ¡Amén! ¡Amén!