JESÚS, VENCEDOR DE SATANÁS
Demonología
Por
Fr. Daniel Martínez Martínez, OFM.
¿Qué es el demonio? ¿Realimente existe? Son cuestiones que desde siempre han inquietado al hombre y se ha esforzado por dar una respuesta satisfactoria por varios caminos...
La experiencia nos enseña que el demonio está en el corazón del hombre como más adelante lo veremos. Y creo que el perfecto conocimiento de este mal, tanto en las cosas como en los diferentes ordenes de la vida, implica a todos, quien más o quien menos, por decirlo así; es una realidad tan presente que si se le deja de conocer, se puede caer en el error y llevarnos por caminos de soberbia y orgullo, es decir, tener un buen criterio, que nos guié en el conocimiento de la verdad, Dios, porque muchas veces la verdad no es conocida y, por tanto, no es preciada. Es, pues, este objetivo que me propongo al hacer este resumen: de describir, exponer y dar algunas conclusiones, respecto a la Demonología.
Esta problemática que ha tenido su auge en el mundo accidental, no sólo en la teología sino en los diversos campos culturales y es ahí donde podemos darnos cuenta de su estado y de los problemas que aquejan a la sociedad.
En la película de Román Polansky Rosemary`s baby (la semilla del diablo) (1968) nos muestra el florecimiento del ocultismo, la magia, el culto al demonio.
Su base histórica es la oficialmente reconocida, como “Primera Iglesia de Satanás”, fundada por el “Papa negro” y dirigida en San Francisco, CA., en 1966, en el cual se han invertido los principios del Sermón de la montaña “Bienaventurados los fuertes, porque poseerán la tierra; malditos los débiles, porque llevarán el yugo”, como vemos, esta “Iglesia de Satanás” es su plena satisfacción de sus apetitos egoístas sin traba alguna. El reflejo de esta problemática de alguna forma u otra, aparecen tanto en las películas como en la música, manifestaciones que nos hablan hasta que punto la sociedad habla del diablo; de la misma manera la Teología ha colaborado frente este mal o demonio.
Es pues, una gravedad que golpea al ser humano, no se trata de una idea o símbolo, sino precisamente de un hecho que afecta la vida de la sociedad, pero hay que preguntarse: ¿existe el diablo? Haag, anuncia la no existencia de Satanás, aunque esta opinión tiene muchas ventajas en un mundo que se ha sobre valorizado al demonio. Al diablo no se le vence simplemente negando que exista, al diablo se le debe expulsar con Jesús y nosotros lo exorcizamos en el seguimiento de Él. Por parte de la Escritura nunca se discute la existencia de Satanás, se le ve como un presupuesto natural de la experiencia humana. Por lo que es conveniente partir de algunos principios cristianos que nos pueden ayudar a entender este mal:
Principios Cristianos
- El anuncio del Evangelio está centrado en la Buena Nueva, por lo que no se le debe tener miedo al demonio.
- Es el Reino que se anuncia de Dios para los hombres no para Satanás.
- Jesús de Nazaret es el vencedor del demonio, es el más fuerte. Y no es una doctrina autónoma, como lo hacen los grupos satánicos.
- El demonio está en el hombre, porque no ha tenido la experiencia de Dios de Jesucristo.
- Cuando se hable del demonio, se debe hablar lo más indispensable. Que nuestra mente no esté en esa atención del demonio, porque de lo contrario estaríamos contribuyendo a su predicación.
Satanás y los demonios en el Antiguo Testamento (AT)
Qué podemos decir de Satanás y los demonios en el Antiguo Testamento. También es necesario meditar ese significado que daban los hombres y mujeres del AT. Su origen se remonta a épocas muy primitivas, al llamado periodo preyavista. Por lo que el AT., se limita a mencionar la presencia del Malo y a decir cuales son sus acciones. Por ejemplo se habla de Azazel, un antiguo demonio que por parte de los hebreos y cananeos los situaron como un habitante del desierto. Se preguntaban: ¿Por qué en el desierto no existe la fecundidad divina? Teniendo como respuesta que el lugar estaba habitado por un espíritu malo. Hay que destacar que en medio de los pueblos tenían demonologías muy desarrolladas, por ejemplo: Israel permaneció sobrio en sus referencias a los demonios, referente a este tema los apócrifos nos hablan de ello. De igual manera este contacto con demonologías estuvo bastante desarrollado en Persia, Egipto y Grecia.
Problema Teológico Existencial de Satanás
Las ideas de fondo en la figura de Satanás, es un problema teológico-existencial que recoge dos realidades:
1. Las experiencias del mal
2. La búsqueda del origen de este mal que golpea al hombre.
Frente a esta situación, los griegos, nos dicen que se trata de un defecto. Pero para el Israelita considera inconcebible que Dios pusiera en el hombre mismo un principio de desorden. Ante esta figura del demonio es la experiencia de todo ser humano que se siente atraído por dos fuerzas, dos voluntades antagónicas: bien y mal. En último término todo viene de Dios.
Demonología de los hombres.
Y es en el hombre donde adquiere ese valor real, porque expresa una cualidad esencial. La Sagrada Escritura expresa una gran variedad de nombres, por citar algunos:
- Satán, Belial, Sátiros o peludos, Exterminador, Azazel, Litit. Estos nombres describen funciones demoníacas que se dan continuamente en el mundo (estorbar las relaciones con Dios, acusar, etc.). En realidad, el influjo diabólico está más cerca de lo que deja entrever esta presentación surrealista a veces jocosa. Por encima de la existencia de un ser oculto, realidades visibles que nos tocan y trastocan y lo vemos en sistemas inhumanos, medios de comunicación que distorsionan la verdad, estructuras esclavizantes y es aquí donde podemos desenmascarar al diablo; desactivemos estos poderes maléficos tangibles y cercanos.
Es muy claro, que el enemigo más temible para el hombre malo es él mismo. Es cualquier realidad que se opone a la obra de Dios. Podemos tener como conclusión que la Sagrada Escritura recurre a los demonios, cuando hay realidades que escapan a su comprensión:
- Como explicación del mal físico y moral
- Al judío le repugnaba relacionar el mal con Dios
- Los dioses paganos son demonios
- Satanás se concibe como una fuerza oculta que transciende al hombre, con una naturaleza anti-divina, que recite cualquier definición.
Jesús, es el vencedor del demonio.
Los evangelistas nos presentan su vida pública como un combate contra Jesús. Su misión, pues, es reducir a la impotencia al que tenía el imperio de la muerte, el diablo. Pero, ¿Qué pensaba la gente de ese tiempo acerca de los demonios? Creían los judíos que hacían sufrir al ser humano y lo dominaban, para nosotros tal vez, se nos dificulta comprender el tremendo temor a los demonios del pueblo judío.
Los evangelios presentan ampliamente la actividad exorcista de Jesús, razón por la cual el Cristianismo se fue abriendo paso en medio de las religiones del mundo antiguo, por sus éxitos contra los demonios. Más sin embargo hubo quienes lo acusaron que tenía pacto con el demonio, por lo que él mismo deshizo con argumentos esas falsas argumentaciones.
Frente a las obras del diablo, como dice la Sagrada Escritura. Por sus frutos los conocerán y es aquí donde podemos conocer al enemigo, el diablo, es decir:
- Siembra cizaña
- Roba de los corazones la Palabra de Dios
- Busca desviar a Jesús
- Es el seductor, porque induce al pecado y a la desgracia interna
-Uno de los verbos de donde procede la palabra diablo, es diabolein que significa trastocar.
El Nuevo Testamento (NT) y los nombres del espíritu del mal
En el NT., tiene una serie de nombres para designar al espíritu del mal, recordar que estos nombres revelan algo del misterio de iniquidad, pero los más usados son los siguientes:
- Demonio, del griego daimon: ser divino, dios protector.
- Satán, del hebreo: adversario, es lo opuesto a Dios.
- Diablo, del griego dia-bolo: dividir, acusar, calumniar.
- Otros nombres: tentador, enemigo, espíritu impuro, padre de la mentira, el fuerte armado.
Interrogantes, manifestación y autoridad de Jesús
También habría que preguntarse ¿Cuáles son nuestros demonios? ¿En qué lugares de la sociedad se encuentra enquistado el diablo? Por lo que se puede concluir que en las estructuras sociales, políticas, económicas y religiosas, se puede detectar cuales están al servicio de Satanás y frente a este mal que aqueja a la sociedad Jesús se manifiesta como aquel que expulsa el demonio de personas, estructuras, sistemas diabólicos. Al diablo se le expulsa con el poder de Cristo, con su sola palabra, llena de autoridad, expulsa y vence al demonio, Jesús anuncia: Dios es el único Señor del mundo. Por eso Jesús ha comunicado su Espíritu a los discípulos para que puedan enfrentarse con éxito al demonio.
No hay duda, que el libro de los Hechos de los Apóstoles, se habla de liberación de posesos. Esta lucha contra los demonios adquiere otras formas: lucha contra la magia, contra las supersticiones de toda clase, contra la creencia en los espíritus adivinatorios. Más sin embargo ante la amenaza del Mal, pero el creyente tiene esta garantía: El Señor lo destruirá con el soplo de su boca. Pablo nos enseña que para vencerlo, vuestra cintura debe estar ceñida con la Verdad y revestida de la Justicia como coraza, calzados los pies con el Celo por el Evangelio de la paz, a través de la oración por intercesión de los santos... Ya que el mejor exorcismo, es vencerlo con una manera de pensar, de actuar, de existir.
Por lo que podemos concluir con algunas ideas acerca de Satanás:
- Satanás y los demonios es una realidad multiforme que daña al hombre, bloquea las relaciones con Dios y trastorna las relaciones humanas.
- El demonio está en la conciencia del hombre, sobre todo cuando el ser humano pierde o no quiere reconocer a Dios, y por ello en él hay una crisis fuerte y aquello que le sale mal, culpa a Dios y es cuando adquiere relevancia en su conciencia, el demonio.
- Muchas de las veces la o las enfermedades (un mal) la asocian a Satanás, el espíritu del mal, ya que es importante tener cuidado en el uso de los términos, pues no designar siempre a misma realidad.
- No dejarse influenciar a través de personas o símbolos religiosos, ya que el diablo puede actuar muy sutilmente.
- El Nuevo Testamento enseña que el mal está en el corazón del mismo hombre, por lo que requiere que el mismo hombre conozca y reconozca el amor de Dios.
- El rostro de Satanás es sumamente difícil, por eso el hombre debe velar siempre y ser consciente que con la luz y la verdad de Cristo no hay mal que pueda estar y existir en él.
Difundamos el bien, no olvidando, sobre todo en reconocer que muchos males que aquejan a la sociedad o que a veces nosotros mismos hacemos, es ese mal tentador que tiene como finalidad, hacer mal y enfermar a las personas. Pero como dice s. Pablo; si estamos revestidos y ceñidos de su Verdad, Justicia, Oración, Amor, Evangelio, esa realidad malévola no podrá estar en nosotros. Porque creyendo en su Espíritu como lo hicieron sus discípulos se le puede vencer y expulsar al demonio y estar atentos siempre a esa lucha que está en nuestro corazón y mente, porque crea división dentro de sí mismo, de él también dimanan tantas y graves discordias de la sociedad. Es un reto y un esfuerzo para nosotros y para la Iglesia misma en ayudar a contribuir para que el hombre no se aparte de Dios, sino más bien a que tenga interés y que siga colaborando en su reino. Ya que en Dios todo es posible, más no es imposible y si es posible creo que es un compromiso. Gracias, Paz y Bien les deseo a todos en el Señor y seamos cada día mejores en Aquel, Dios, quien todo lo puede.
Fraternamente,
Fr. Daniel Martínez Martínez, OFM.
Referencias
Sagrada Escritura
Antiguo Testamento
Nuevo Testamento
Evangelios
Hechos de los Apostoles de Lucas