jueves, 24 de marzo de 2016

Tres ejemplos del orgullo positivo en la Humildad de la Sagrada Familia

Tres ejemplos del orgullo positivo en la Humildad de la Sagrada Familia

Por

Angel R. Cepeda Dovala

“El temor del Señor es gloria y motivo de orgullo, es gozo y corona de alegría.”
Eclesiástico 1, 11

Los ejemplos del valor de la humildad en la persona humana en la Sagrada Escritura son muy abundantes. En el Antiguo Testamento, las figuras de Moisés en el Pentateuco, Abraham, Josué, Sara, los Profetas, Salomón, el Rey David, por mencionar algunos, y en el Nuevo Testamento: Juan el Bautista y Jesús de Nazaret, la Santísima Virgen María y su esposo San José, los evangelistas: Mateo, Marcos, Lucas y Juan, Pablo, el Hijo Prodigo, el Leproso.

Por ahora centremos nuestra atención en tres ejemplos del orgullo positivo que se relacionan con la Fe y la Humildad en el Nuevo Testamento de la Biblia en relación a la Sagrada Familia.

1. San José el Santo del Silencio. San José además de ser el santo custodio de la Sagrada Familia es modelo del silencio y la humildad, llevo una vida virtuosa, es llamado por San Mateo como hijo de Jacob (Mt 1, 16), y San Lucas hace referencia de San José como el hijo de Helí (Lc 3, 23). San José vivió en Nazaret, fue un “tekton” que significa carpintero, albañil, constructor, acorde con San Mateo 13, 14 y Marcos 6, 3. Conocemos sus obras a través de San Mateo y San Lucas, como un ejemplo de padre de su amada esposa la Virgen María y de su Hijo el Niño Jesús de Nazaret, los protegió en exilio a Egipto, dio su amor sin pedir nada a cambio, fue de un gran corazón que mostro su capacidad de amar a Dios como hijo y a su esposa y al Niño Jesús. En la Sagrada Escritura, no conocemos ninguna palabra de San José, pero por ello San José por ello es llamado el Santo del Silencio y es reconocido como el Patrono de la Iglesia Universal.

2. La Humildad de María en el Magníficat (Lc 1, 46-56). En los primeros versos, María dice: “Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador. Porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamaran bienaventurada, porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen.”

3. Jesús de Nazaret es nuestro modelo bondadoso de humildad. “Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.» (Mateo 11, 27-30)

Feliz Semana Santa y Pascua de Resurrección

Paz y Bien

ARCD