Tres ejemplos del
orgullo positivo en la Humildad de la Sagrada Familia
Por
Angel R. Cepeda
Dovala
“El
temor del Señor es gloria y motivo de orgullo, es gozo y corona de alegría.”
Eclesiástico
1, 11
Los
ejemplos del valor de la humildad en la persona humana en la Sagrada Escritura
son muy abundantes. En el Antiguo Testamento, las figuras de Moisés en el
Pentateuco, Abraham, Josué, Sara, los Profetas, Salomón, el Rey David, por
mencionar algunos, y en el Nuevo Testamento: Juan el Bautista y Jesús de
Nazaret, la Santísima Virgen María y su esposo San José, los evangelistas:
Mateo, Marcos, Lucas y Juan, Pablo, el Hijo Prodigo, el Leproso.
Por
ahora centremos nuestra atención en tres ejemplos del orgullo positivo que se
relacionan con la Fe y la Humildad en el Nuevo Testamento de la Biblia en
relación a la Sagrada Familia.
1. San José el
Santo del Silencio. San
José además de ser el santo custodio de la Sagrada Familia es modelo del silencio
y la humildad, llevo una vida virtuosa, es llamado por San Mateo como hijo de
Jacob (Mt 1, 16), y San Lucas hace referencia de San José como el hijo de Helí
(Lc 3, 23). San José vivió en Nazaret, fue un “tekton” que significa carpintero,
albañil, constructor, acorde con San Mateo 13, 14 y Marcos 6, 3. Conocemos sus
obras a través de San Mateo y San Lucas, como un ejemplo de padre de su amada
esposa la Virgen María y de su Hijo el Niño Jesús de Nazaret, los protegió en
exilio a Egipto, dio su amor sin pedir nada a cambio, fue de un gran corazón
que mostro su capacidad de amar a Dios como hijo y a su esposa y al Niño Jesús.
En la Sagrada Escritura, no conocemos ninguna palabra de San José, pero por
ello San José por ello es llamado el Santo del Silencio y es reconocido como el
Patrono de la Iglesia Universal.
2. La Humildad de
María en el Magníficat (Lc 1, 46-56). En los primeros versos, María dice:
“Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador.
Porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora
todas las generaciones me llamaran bienaventurada, porque ha hecho en mi favor
maravillas el Poderoso, Santo es su nombre y su misericordia alcanza de
generación en generación a los que le temen.”
3. Jesús de Nazaret
es nuestro modelo bondadoso de humildad. “Todo me ha sido entregado por mi
Padre, y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien
nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. «Venid a mí
todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad
sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y
hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga
ligera.» (Mateo 11, 27-30)
Feliz Semana
Santa y Pascua de Resurrección
Paz y Bien
ARCD