La Acción de
Gracias de San Pablo en la Segunda Carta a los Corintios ante las tribulaciones
de la humanidad por la Pandemia del COVID-19
Por
Angel R. Cepeda
Dovala
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de las misericordias y Dios de toda consolación” San Pablo 2ª Corintios 1, 4. [1].
La tribulación es la pena, disgusto o aflicción muy grande que siente una persona y la sociedad en su conjunto por estar viviendo momentos de angustia, de situaciones adversas o desfavorables, por ejemplo, la Pandemia ocasionada por el COVID-19 y los nuevos virus mutantes que afectan a ricos y pobres, buenos y malos, creyentes y no creyentes, sin importar edad, sexo y creencia religiosa.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró al Coronavirus (COVID-19) como Pandemia el 11 de marzo de 2020, [2], prácticamente se cumple un año, y ante las tribulaciones o sufrimientos de la humanidad en el mundo ocasionadas Pandemia, y no por Dios, exige una respuesta objetivamente pacifica, colectiva y humilde y generosa de la humanidad para su bien, y no una respuesta individualista egoísta, vanidosa, mediocre, tacaña, avarienta y usurera.
Es necesario acercarse a la Oración en la Sagrada Escritura para que Dios nos ilumine y nos de fortaleza para superar esta difícil prueba, mientras se sigue trabajando en equipo con responsabilidad individual para avanzar en el mejoramiento de los protocolos establecidos de salud y atención a la humanidad con medicina natural, medicina preventiva, y del mejoramiento de las vacunas ante las mutaciones que ha sufrido el virus.
En la Biblia, en el Nuevo Testamento (NT), San Pablo quien fue elegido por Dios como Apóstol (Cf. Hecho de los Apóstoles 13, 2; y la Carta a los Romanos 1, 5), en su Segunda Carta a los Corintios que fue escrita a finales del año 57 d.C., durante el viaje del Apóstol San Pablo de Éfeso a Corinto, en Macedonia, nos da un profundo mensaje en su Acción de Gracias en el capítulo 1, al llamar a Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo como el Padre de las misericordias y Dios de toda consolación. (Cf. 2 Corintios 1, 4).
Acción de Gracias de San Pablo
3Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de las misericordias y Dios de toda consolación; 4el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que nosotros podamos consolar a los que están en cualquier tribulación, con el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios. 5Porque así como abundan los padecimientos de Cristo para con nosotros, así por Cristo abunda nuestra consolación. 6Si sufrimos, es para vuestra consolación y salud; si somos consolados, es para vuestra consolación, que se muestra eficaz por la paciencia con que sufrís los mismos padecimientos que sufrimos nosotros. 7Y nuestra esperanza sobre vosotros es firme, sabiendo que, así como participáis en los padecimientos, así también en la consolación. 8Pues no queremos, hermanos, que ignoréis nuestra aflicción, que nos sobrevino en Asia, porque fuimos agravados muy sobre nuestras fuerzas hasta tal punto que desesperábamos aun de vivir. 9pero si tuvimos en nuestro interior esa respuesta de la muerte fue para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en el Dios que resucita a los muertos. 10Él nos libró de tan peligrosa muerte, y nos librará aún; en Él confiamos que también en adelante nos librará; 11cooperando igualmente vosotros en favor nuestro por la oración, a fin de que la gracia que nos fue concedida a nosotros a instancias de muchos, sea ocasión para que muchos la agradezcan por nosotros.
Apóstol San Pablo Segunda Carta a los Corintios 1, 3-11
Jesús Hijo de David
Ten compasión y
misericordia de nosotros
Y del mundo entero
El Señor es mi Pastor
Salmo 23 (22)
Laudetur Iesus Christus
Alabado sea Jesucristo
Paz
y Bien
ARCD
5
de marzo de 2021