Papa Francisco en la
Solemnidad de Cristo Rey del Universo, Homilía, entrega de la cruz y del icono
de la Virgen María, y el Ángelus
Por
Angel R. Cepeda Dovala
Hoy celebramos la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del universo, que cierra el año litúrgico, la gran parábola en la que se despliega el misterio de Cristo: todo el año litúrgico. Él es el Alfa y el Omega, el comienzo y el cumplimiento de la historia; y la liturgia de hoy se centra en el “omega”, es decir, en el destino final. Papa Francisco.
En el Altar de la Catedra en la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco celebró la Santa Misa Solemne a Cristo Rey del Universo este 34° Domingo Ordinario. Las lecturas bíblicas en la Fiesta Solemne de Cristo Rey del Universo fueron: Primera lectura: del Libro de Ezequiel 34, 11-12. 15-17; Salmo 23(22) El Señor es mi Pastor; Segunda lectura de la Primera Carta de Pablo a los Corintios 15, 20-26. 28; y, el Evangelio según Mateo 25, 31-46. [1].
En su Homilía el Santo Padre Francisco menciono: Lo que acabamos de escuchar es la última página del Evangelio de Mateo previa a la Pasión: Jesús, antes de entregarnos su amor en la cruz, nos deja su última voluntad. Nos dice que el bien que hagamos a uno de sus hermanos más pequeños —hambrientos, sedientos, extranjeros, pobres, enfermos, encarcelados— se lo haremos a Él (cf. Mt 25,37-40). Así nos entrega el Señor la lista de los dones que desea para las bodas eternas con nosotros en el Cielo. Son las obras de misericordia, que transforman nuestra vida en eternidad. Cada uno de nosotros puede preguntarse: ¿Las pongo en práctica? ¿Hago algo por quien lo necesita? ¿O hago el bien sólo a los seres queridos y a los amigos? ¿Ayudo al que no me puede devolver? ¿Soy amigo de un pobre? Y así, tantas preguntas que podemos hacernos. “Yo estoy ahí”, te dice Jesús, “te espero ahí, donde no imaginas y donde quizás ni siquiera. [2].
Al final de la Santa Misa, hizo entrega de la Cruz del icono de la Virgen María, Salus Populi Romani, símbolos de las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMC). Es un paso importante en la peregrinación que nos llevará a Lisboa en el año 2023. [3].
Posteriormente en la Plaza de San Pedro el Papa Francisco concluye el Ángelus con las siguientes palabras: Pidamos a la Virgen María que nos enseñe a reinar en el servir. Nuestra Señora, asunta al Cielo, recibió la corona real de su Hijo, porque lo siguió fielmente —es la primera discípula— en el camino del Amor. Aprendamos de ella a entrar desde ahora en el Reino de Dios, por la puerta del servicio humilde y generoso. Y volvamos a casa solamente con esta frase: “Yo estaba presente allí. ¡Gracias!” o si no “Te has olvidado de mí”. [4].
Con la Misa Solemnidad de Cristo Rey en el 34° Domingo del Tiempo Ordinario, hoy 22 de noviembre de 2020 culmina el Ciclo A (Evangelio según San Mateo) del año litúrgico 2019-2020, y el próximo domingo 29 de noviembre comenzará el nuevo año litúrgico 2020-2021 con los cuatro domingos del Tiempo de Adviento del Ciclo B (Evangelio según San Marcos).
Salmo 23(22) El Señor es mi Pastor
No olvide rezar también por sus seres queridos y amados,
la Paz y Bien en el mundo
Y por los Papas
Papa Francisco y Papa Emérito Benedicto XVI
"Yahvéh es mi luz y mi salvación"
Salmo 27(26)
Laudetur Iesus Christus
Alabado sea Jesucristo
ARCD
2020/11/22