martes, 28 de diciembre de 2010

La Paz del Siervo, Por Angel R. Cepeda Dovala

La Paz del Siervo. Salmo 35 [34].

Por

Angel R. Cepeda Dovala


La meditación y la oración de las personas justas perseguidas, aquellas que no son profetas en sus tierras, como aquel Justo en su tierra, ciudad o país, recuerden el Salmo 35 [34] y canten, alégrense, deseen el triunfo y la felicidad repitiendo:

«¡Qué grande es el Señor que en la paz de su siervo se complace!». (Cf. Sal 35, 27).

PAZ Y BIEN

ARCD