miércoles, 14 de noviembre de 2007

Descubrimiento y Significado de la Piedra Rosseta


Descubrimiento y Significado de la Piedra Rosseta [1]

Por

Angel R. Cepeda Dovala


El descubrimiento fue en Egipto, tierra de hombres, dioses y faraones, y lugar visitado por Abraham, el cual partió de Ur en su camino hacia la tierra prometida; también es el lugar donde habitó Moisés, considerado autor del Pentateuco, y por Jesús de Nazaret, durante su infancia, acompañado de sus padres José y María.

Recordemos también que Egipto fue uno de los seis amos que tuvo el Israel bíblico, y que muy posteriormente, fue invadido por las tropas del ejército de Napoleón, por lo que pasó a ser “colonia”de Francia a finales del siglo XVIII. Allí sucedió un hecho histórico muy importante: el descubrimiento de la Piedra Rosetta en 1799, por un oficial llamado Bouchard, quien perteneció al ejercito francés de Napoleón.

Al realizar excavaciones cerca del delta del Nilo, en la ciudad llamada Rosetta (Rashid), población cercana a Alejandría, se encontró la piedra, que es una estela de basalto de color negro, de una dimensión aproximada de 120 centímetros de largo por 70 de ancho, y un grosor de unos 28.

La parte frontal de la Piedra Rosetta tiene tres versiones de escritura: en la parte superior de la piedra, jeroglíficos del antiguo lenguaje de los sacerdotes de Egipto (Copto); en la parte media, escritura demótica o escritura popular cursiva de Egipto; y en la parte inferior, la escritura es griega; tres tipos de escritura sobre un mismo acontecimiento que tiene relación con Tolomeo V, durante el año 196 a. de J. C.

En 1821 Jean Francois Champollion, considerado un prodigio de la lingüística de Francia y padre de la Egiptología, al estudiar la Piedra Rosetta, mediante la clave de la escritura griega logró descifrar los jeroglíficos egipcios y, además, proporcionar a las distintas culturas y civilizaciones el conocimiento y el significado histórico del antiguo Egipto.

ARCD

Nota

[1] Cf. La Piedra Rosseta y el ADN, en libro de Mendel a Watson y Crick, 50 años después; publicado por Tópicos Culturales ARCD Editor,p 90-91