sábado, 2 de noviembre de 2013

Relato Dominguero. El Venerable Hermano Lorito en: Dios, las Manzanas y las Empanadas de Membrillo

Relato Dominguero. El Venerable Hermano Lorito en: Dios, las Manzanas y las Empanadas de Membrillo
 
Por
 
Angel R. Cepeda Dovala
 
“Entonces Jesús los hizo llamar y dijo: «Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos, Les aseguro que el que no recibe el Reino de Dios como un niño, no entrará en él».” San Lucas 18, 16-17
 
En una clase de retiro espiritual infantil, donde sus padres y familiares eran invitados, llegó su hora más feliz de la clase: ¡El Recreo!, para ello los padres, monjas y monjes con la ayuda de las catequistas, en una mesita rectangular hecha con tablones para 33 niños, pusieron sobre la mesa un canasto con deliciosas manzanas grandes, eran de color verde, dulces, jugosas y apetitosas, conocidas como Golden Washington, y una monjita muy acomedida, puso un letrero con el siguiente mensaje: “Estimados niños, tomen solo una manzana y recuerden que Dios está mirando”, y no muy distante del jardín, había una fuente natural de rocas en donde brotaba el agua en borbollones, y al lado había otra mesita, más pequeña, en donde pusieron otro canasto con muchas empanadas de membrillo, las cuales estaban sabrosísimas y deliciosas, recién salidas del horno, entonces un pícaro y alegre niño escribió un mensaje que decía: "Toma todas las empanadas que quieras, pues Dios está muy entretenido, mirando y vigilando las manzanas".
 
Moraleja: Dios es un padre amoroso, es amigable y bueno con los menores y mayores de edad, pero no se debe enseñar que Dios es un vigilante que nomás nos está observando a ver si nos caza o nos castiga, Dios nos contempla con ternura y amor a todos y ¡Ojalá pueda contemplarme con misericordia, simpatía y emoción de Padre!
 
Colorín colorado este relato ha terminado.
 
“Por mi parte, no pude hablarles como a hombres espirituales, sino como a hombres carnales, como a quienes todavía son niños en Cristo.” 1a Carta a los Corintios 3, 1
 
Paz y Bien
 
ARCD
02/11/2013