Por
Angel R. Cepeda Dovala
El pasado 20 de Junio de 2010, dentro del rezo y meditación del Ángelus el Papa Benedicto XVI centró su atención en la importancia de seguir a Cristo y llevar la propia cruz, tanto en las pequeñas pruebas de cada día como en los momentos decisivos. De los aspectos profundos y relevantes de sus pensamientos del Papa, algunos de ellos son:
La propia cruz [1]
En el Evangelio de hoy domingo, el Señor pregunta a sus discípulos: “Vosotros, ¿quién decís que soy yo?” (Lc 9,20). A esta pregunta el apóstol Pedro responde prontamente: Tu eres el Cristo de Dios, el Mesías de Dios” (Ibid.), superando, así, todas las opiniones terrenas que consideraban a Jesús uno de los profetas. Según san Ambrosio, con esta profesión de fe, Pedro “abrazó juntas todas las cosas, porque expresó la naturaleza y el nombre” del Mesías (Exp. in Lucam VI, 93, CCL 14, 207). Y Jesús, frente a esta profesión de fe, renueva a Pedro y a los demás discípulos la invitación a seguirle en el camino comprometido en amor hasta la Cruz. También a nosotros, que podemos conocer al Señor mediante la fe en su Palabra y en los Sacramentos, Jesús nos dirige la propuesta de seguirle cada día, y también a nosotros nos recuerda que para ser sus discípulos es necesario apropiarnos del poder su Cruz, culmen de nuestros bienes y corona de nuestra esperanza.
Importancia de llevar “la propia cruz” [2]
“Tomar la cruz significa comprometerse en derrotar al pecado que obstaculiza el camino hacia Dios, acoger cotidianamente la voluntad del Señor, acrecentar la fe sobre todo ante los problemas, las dificultades, el sufrimiento”, afirmó el Papa.
Haciendo alusión con admiración a la santa carmelita Edith Stein poco antes de la segunda guerra mundial citó de ella lo siguiente: “Más se hace oscuro a nuestro alrededor, tanto más debemos abrir el corazón a la luz que viene de lo alto”; y, refiriéndose el Papa a la época actual, afirmó: que muchos son los cristianos en el mundo que, animados por el amor por Dios, asumen cada día la cruz, sea la de las pruebas cotidianas, sea la procurada por la barbarie humana, que a veces requiere el valor del sacrificio extremo. Por ello es importante “poner siempre nuestra sólida esperanza en Él, seguros de que, al seguirle llevando nuestra cruz, llegaremos con Él a la luz de la Resurrección”.
PAZ Y BIEN
ARCD
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Notas
[1] Cf. Benedicto XVI: Seguir a Cristo con la propia cruz; en: ZS10062010 - 20-06-2010. Permalink: http://www.zenit.org/article-35812?l=spanish
[2] Cf. El Papa recuerda la importancia de “llevar la propia cruz”
Especialmente cuando “se hace oscuro a nuestro alrededor”; en: ZS10062012 - 20-06-2010. Permalink: http://www.zenit.org/article-35814?l=spanish