miércoles, 29 de enero de 2014

Nikola Tesla, sus Secretos, el Titanic, y Sustentabilidad Agrícola

Nikola Tesla, sus Secretos, el Titanic, y Sustentabilidad Agrícola
 
Por
 
Angel R. Cepeda Dovala
 
“Queridos jóvenes, no se conformen con una vida mediocre. Déjense seducir por lo que es verdadero y bueno, por Dios.” Papa Francisco
 
Energía, limpia y gratuita es el regalo que ofreció Nikola Tesla para la Humanidad, Energía Sustentable, científico que debería ser ejemplo sus pensamientos en todas las Universidad Publicas de México y del mundo.
 
¿Para qué sirven los “científicos” acaudalados en dinero y deshumanizados?  Tomas Alba Édison le robo 7 Patentes a Nikola Tesla, y una de esas patentes de la corriente alterna, la aplicó para el invento de la silla eléctrica, para matar asesinos en las cárceles norteamericanas, ¿Y el 5° Mandamiento: No mataras?
 
Mueren curiosamente 3 mecenas que apoyaban a Nikola Tesla, que fueron hombres prominentes empresarios: Tres de los más ricos y más importante de estos fueron Benjamín Guggenheim (1885-1912), Isador Strauss, el jefe de Macy Grandes almacenes, y John Jacob Astor (1864-1912), probablemente el hombre más rico del mundo, pues poesía en esa época alrededor de 500 millones de dólares, posiblemente equivalentes al triple el día de hoy.
 
Otros empresarios se salvaron de no ir en ese viaje del Titanic, uno de ellos no abordo el Titanic un minuto antes de su salida, cuentan los historiadores, se trata de John Pierpont Morgan (1837-1913),  quien financio y/o construyo el Titanic, y quien inicialmente había apoyado a Tesla, pero después le retiro su apoyo, ¿Por qué no abordo él y su familia en el último minuto el Titanic? ¿Por qué decidió que fuesen únicamente sus empleados y él no? ¿Por qué Milton Snavely Hershey (1857-1945) amigo de J. P. Morgan también canceló en el último momento su viaje en el Titanic? M. Hersey sobrevivió para construir el imperio de comida Hershey ¿Gusta Usted un chocolatito de esa marca? ¡Están muy sabrosos! ¡Verdad!
 
Otras preguntas hipotéticas para la reflexión son: ¿Qué curioso acontecimiento verdad? Fíjese Usted que coincidencia con el Libro de ficción de 1898 un hombre llamado Morgan Robertson escribió un libro titulado “Hundimiento del Titán”, sobre un crucero de lujo considerado insumergible que iba demasiado rápido en el Atlántico Norte en abril y chocó contra un iceberg matando a casi todo el mundo a bordo debido a la falta de botes salvavidas. ¡Qué curiosa coincidencia!, ¿No cree Usted? ¿Por qué se hundiría el Titanic? ¿Habría una Conspiración entre las personas más ricas del mundo de aquel entonces? ¿Participaron los Jesuitas en este escándalo lleno de intriga y suspenso de la supuesta teoría de la conspiración? ¿Por qué se les quiere echar la culpa a católicos sobre el Titanic sin ningún fundamento?...sabrá Dios.
 
“Hace más ruido un árbol que cae, que un bosque que crece” Papa Francisco [1]
 
Nikola Tesla descubrió la Radio y otro recibió el Premio Nobel: Marconi, ¿Qué bonita es la Justicia Científica? Estimados Lectores de Tópicos, los invito a ver el interesante video denominado: Los Secretos de Tesla, del Programa Mundo Desconocido conducido por José Luis (JL), verlo desde el punto de vista de diálogo ecuménico, polémico y científico, para personas con pensamiento abierto  a la Búsqueda de la Verdad.
 
Nikola Tesla lucho por imponer modelos energéticos libres y mecanismos electromagnéticos muy avanzados, descubridor de la corriente alterna y posiblemente más de 700 patentes, siempre para dar servicio a la humanidad. Lo cierto es que hay algunos aspectos muy poco conocidos de Tesla, uno de sus grandes secretos fue entre otros los contactos extraterrestres que llegó a mantener con un sistema de recepción instalado en el Empire State Building de New York, de estos y otros misterios habla el Programa de Mundo Desconocido quien entrevista a Vicente Fuentes (VF) en el siguiente video programa:
 
Los Secretos de Tesla
 
El video reivindica para la Cultura Científica Honorable a Nikola Tesla, uno de los mayores inventores y científicos que ha conocido la humanidad, personaje rechazado por los poderes facticos de la época, y que posiblemente no sería parte del Sistema de Investigadores en México, pues no tenía título de Doctorado, era Autodidacta y no poseía grados académicos, pero su cerebro humano, un ser generoso y humilde Dios le dio su talento, lo hizo  inigualable, y ojala esos descubrimientos de Tesla se empleen para lograr una Agricultura Orgánica Sustentable, libre de contaminantes, de tanta mecanización que compacta las tierras agrícolas, libre de insecticidas que matan los suelos y muchos de ellos, si no es que todos, tienen efectos residuales cancerígenos.  Los profesionistas deben ser promotores de Sustentabilidad Agrícola con fines de mejorar las condiciones de vida para el bien común, respetuosos de los Valores Ético-Morales y de la Normatividad.
 
Paz y Bien
 
ARCD
 
Nota
 
[1] Cf. Hace más ruido un árbol que cae, que un bosque que crece. El Papa el lunes en Santa Marta
 
Referencias consultadas en internet sobre Nikola Tesla:
 
Nikola Tesla: Un Científico Inventor Pionero de la Energía Sustentable
 
Los Secretos de Tesla, en Mundo Desconocido
 
Nikola Tesla
 
Tesla Society Switzerland  & EU
 
ARVOX – Exponate physikalische Demonstrationsgeräte, Hochspannungsexponate & Teslatrafos
 
AUTOS DEL FUTURO TESLA CON CORRIENTE ALTERNA, VER: «PREMIERE» Tesla Motors eröffnet in Deutschland München/Munich, 10. September 2009 - (Blumenstrasse)
 
Tesla Memorial Society of New York Website
 
Referencias consultadas en internet sobre el Titanic:
 
Wikipedia
 
Titanic Conspiracy and The Jesuits
 
El Hundimiento del Titanic, ¿Una Conspiración a bordo?
 
¿Construyó J. P. Morgan el Titanic para matar a la competencia y formar la Reserva Federal? Las coincidencias son sorprendentes.
 
THE JAMES CAMERON CONSPIRACY THEORY
 
The Titanic Conspiracy Theory, Investigating the Titanic Conspiracy - See more at:
 
 

lunes, 27 de enero de 2014

Poesía “El Soldado” de †José Cepeda Bohme (1918-2005) en el 95° Aniversario de su Natalicio

Poesía “El Soldado” de †José Cepeda Böhme (1918-2005) en el 95° Aniversario de su Natalicio
 
Por
 
Angel R. Cepeda Dovala
En el 95° Aniversario del Natalicio de †Don José Cepeda Böhme, quien fue integrante del glorioso Ejercito Nacional, y posteriormente, se dedicó al trabajo en la vida civil y a su familia, en su recuerdo, una de sus poesías dedicadas a la Patria: “El Soldado”, fue publicada en su libro: Poesías de mi Vida, en el año 2003. [1]
 
 
EL SOLDADO
 
Por
 
José Cepeda Böhme
 
En mi juventud fui soldado
y de ello orgulloso yo me siento,
y aún en mi corazón yace encendida:
la flama de amor, hacia mi amada Patria.
 
Así como hacia el bello jirón de tierra en donde yo naciera,
y en el que se encuentran las tumbas de mis inolvidables padres
y demás seres queridos, que en paz descansen:
¡Saltillo, Coahuila, México! ¡Mi patria amada!
 
Cuna que fuera de la Revolución, en donde germinó la semilla de la redención
de un pueblo oprimido por un gobierno dictatorial,
y que fuera sembrada en los albores del pasado siglo,
por don Francisco I. Madero y don Venustiano Carranza.
 
Y en cuyo movimiento armado
se derramo la sangre de nuestros hermanos de raza,
que tiñeran de rojo los senderos
de la Revolución Mexicana.
 
Que con su triunfo
fue derrocado un gobierno dictatorial,
y dio paso a la creación de un Gobierno Institucional:
fuerte, poderoso y representativo,
a la altura de las civilizaciones más avanzadas del mundo.
 
Y por ello, me siento orgulloso de haber sido sardo,
nuestros comandantes: hombres preparados para el mando de tropas,
de valor indómito y de moral profunda, que anhelan en su alma:
el anhelo firme de servir a su pueblo, y con lealtad y con respeto
y ofrendar su vida en honor de la patria, antes que permitir
sea invadida por una nación extranjera.
 
 
Nuestra Historia Patria encierra en sus páginas,
los hechos gloriosos de nuestras tropas,
y el recuerdo sublime inolvidable de los niños héroes,
de aquellos cadetes, que heroicamente en el 47,
ofrendaran su vida en honor de la Patria,
 ¡Por México y para México¡: ¡Mi patria amada!
 
JCB
 
Aquí termino la Poesía del Soldado de †Don José Cepeda Böhme, y en el margen derecho de este sitio web un Fragmento de su Poesía dedicada a la Patria en formato jpg.
 
Paz y Bien
 
ARCD
 
 
Nota
[1] Cf. Poesía el Soldado de JCB en:
Cepeda Böhme, José. 2003. Poesías de mi Vida. 1ª Edición. Tópicos Culturales ΑΩ. Saltillo, Coahuila, México. pp 33-38. ISBN 970-93602-0-5


sábado, 25 de enero de 2014

Calendario 2014 de Novenas Solemnes a San Judas en el Santuario Nacional de San Judas en Chicago, USA

Calendario 2014 de Novenas Solemnes a San Judas en el Santuario Nacional de San Judas en Chicago, USA
 
Por
 
Angel R. Cepeda Dovala
 
Se comunica a todos los devotos y devotas de San Judas Tadeo, que los Hermanos Claretianos han publicado el Calendario de Novenas Solemnes a realizarse en el Santuario de San Judas en Chicago, USA, en su sitio oficial:
 
 
 
Calendario 2014 de Novenas Solemnes a San Judas
  
  • Febrero 8 - 16, 2014
  • Abril 26 - Mayo 4, 2014
  • Junio 14 - 22, 2014
  • Agosto 16 - 24, 2014
  • Octubre 18 - 26, 2014
¿Por qué una Novena de Oración a San Judas?
 
Porque los nueve días de oración significan los nueve días en que los Apóstoles oraron juntos durante el tiempo entre la Ascensión de Jesús y Pentecostés, cuando estaban verdaderamente inspirados con la presencia del Espíritu Santo. San Judas Tadeo fue uno de los Apóstoles y era primo de Jesús.
 
Paz y Bien
 
ARCD


miércoles, 22 de enero de 2014

Invitación a Conferencia del P. Luis Valdez S.J. ¿Por qué creer en un Dios bueno en un mundo con sufrimiento? Febrero 3, 2013 en Saltillo, Coahuila de Zaragoza


Invitación a Conferencia del P. Luis Valdez S.J. ¿Por qué creer en un Dios bueno en un mundo con sufrimiento? Febrero 3, 2013 en Saltillo, Coahuila de Zaragoza
 
Por
 
Angel R. Cepeda Dovala
 
“Ruego al Señor que toque los corazones de todos” [1]
Papa Francisco
 
Tópicos Culturales hace extensiva invitación recibida por correo electrónico de M. C. Juan Manuel Cepeda Dovala, en relación a La Casa Loyola de Saltillo A.C., la cual contempla dentro de sus próximos eventos una interesante Conferencia denominada: ¿Por qué creer en un Dios bueno en un mundo con sufrimiento?, la cual será impartida por el P. Luis Valdez S.J. el día lunes 3 de febrero a las 19:30 horas, en la Parroquia Santa María Reina de los Apóstoles, ubicada en la Colonia Los Pinos en Saltillo Coahuila de Zaragoza. Cooperación Voluntaria.  Para mayores informes visitar el sitio: http://www.casaloyolasaltillo.com/
 
Paz y Bien
 
ARCD
 
Nota:
 
[1] Cf. La frase del Papa Francisco en la siguiente noticia actual por la Paz en Siria, en:
 
Llamamiento del Papa por la Conferencia de Ginebra sobre Siria: que Dios toque el corazón de todos. 2014-01-22 Radio Vaticana.
http://www.news.va/es/news/llamamiento-del-papa-por-la-conferencia-de-ginebra

Cambio Climático: El 2013 ¿Cuarto o séptimo año más caluroso del planeta desde 1880? según NOAA y NASA

Cambio Climático: El 2013 ¿Cuarto o séptimo año más caluroso del planeta desde 1880? según NOAA y NASA
 
Por
 
Angel R. Cepeda Dovala
 
Para los productores Silvoagropecuarios, y los estudiosos en Ciencias Agrarias, o en los programas Agrícolas y Ambientales la observancia del clima es una necesidad imperiosa, y el registro histórico de las temperaturas son de importancia para la Sustentabilidad y para la Metodología de la Investigación cuando se tratan temas como la Interacción Genotipo x Ambiente. Recientemente, dos de las instituciones de alto prestigio científico, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) y la Agencia Espacial Estadounidense (NASA) coinciden que el año 2013 fue uno de los más calurosos del mundo desde 1880, sin embargo, existen diferencias en cuanto a la apreciación al registro de las temperaturas, para NOAA el 2013, es el 4° año más caluroso, y para la Nasa el 7° año más caluroso.
 
Acorde con los datos climáticos anteriores, pese a sus diferencias, confirman la tendencia de Calentamiento Global a largo plazo del planeta. La NOAA de Estados Unidos, menciona que la temperatura media combinada de la tierra y los océanos fue 14,52 grados Celsius, o sea 0,62 grados más que la media del siglo XX (de 13,9°C) , dijo la NOAA en su informe anual, publicado online en Diciembre 2013. La temperatura media del planeta ha aumentado 0,06 grados por década desde 1880 hasta 2013 y 0,15 grados por década en los últimos 50 años (1964-2013). En cuanto a la NASA también publicó el día de ayer martes (Enero 21, 2014), sus propias estimaciones de la temperatura global en 2013, que son ligeramente diferentes a las de la NOAA. Según datos de la NASA, 2013 fue el séptimo año más caluroso en el mundo desde 1880, con una temperatura media de 14,6°C, 0,6°C más alta que la media del siglo XX.
 
Estimados Lectores de Tópicos, les recomiendo ver el video de la NASA, con respecto a este tema del clima comentado, está muy interesante e ilustrativo, dura 15 segundos.
 
¿Usted qué opina?
 
Paz y Bien
 
ARCD
 
Notas
 
[1] Cf. Global Analysis - Annual 2013, in National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA)
 
NOAA National Climatic Data Center, State of the Climate: Global Analysis for Annual 2013, published online December 2013, retrieved on January 22, 2014 from http://www.ncdc.noaa.gov/sotc/global/2013/13.
 
[2] Cf. NASA
 
NASA Finds 2013 Sustained Long-Term Climate Warming Trend (Jan. 21, 2014)

martes, 21 de enero de 2014

Importante Mensaje del Papa Francisco al Foro de Davos

Importante Mensaje del Papa Francisco al Foro de Davos
 
Por
 
Angel R. Cepeda Dovala
 
Radio Vaticana (RV) dio a conocer un mensaje muy importante del Papa Francisco sobre la próxima Reunión en Davos, y uno de sus pensamientos es el siguiente:
 
“Me gustaría hacer hincapié en la importancia que tienen los distintos sectores políticos y económicos en la promoción de un enfoque inclusivo que tenga en cuenta dignidad de toda persona y bien común” Papa Francisco
Para los lectores de Tópicos Culturales, en forma completa se transcribe la noticia del Papa dada a conocer en Radio Vaticana [1]:
 
(RV).- El Obispo de Roma, en un mensaje enviado al Foro Económico Mundial de Davos, invita a tener un enfoque inclusivo que tenga en cuenta la dignidad de toda persona humana y el bien común. “Confiando en que este encuentro brinde una oportunidad para una reflexión más profunda sobre las causas de la crisis económica que sacude al mundo en los últimos años”, escribe el Papa en su mensaje al presidente ejecutivo del Foro económico mundial, Profesor Klaus Schwab, donde aporta algunas consideraciones con la esperanza de que puedan enriquecer los debates del Foro de Davos y “dar una contribución útil a su importante labor”.
 
En la edición 2014 de la reunión anual del Foro Económico Mundial, que comienza este miércoles en Davos, Suiza, participarán cerca de 40 jefes de Estado y de Gobierno. En total más 2.500 participantes procedentes de casi 100 países, entre los que se incluyen más de 1.500 líderes empresariales de las mil compañías que forman parte del Foro, además de representantes de organizaciones internacionales, la sociedad civil, los medios de comunicación, la educación y las artes.
 
El Foro Económico Mundial fue fundado en 1971 por Klaus Schwab, profesor de economía de Suiza, quien ha asegurado que este año el encuentro se produce con el mundo en un "momento crítico", ya que la reducción de crisis económicas en el corto plazo da lugar a la necesidad "profunda" de nuevas reformas estructurales en los mercados emergentes.
 
Mensaje del Papa al Foro de Davos:
 
Al Profesor Klaus Schwab
Presidente ejecutivo del Foro económico mundial
 
Le agradezco mucho su amable invitación para dirigirme a la reunión anual del Foro Económico Mundial, que, como de costumbre, se celebrará en Davos- Klosters, a final del mes. Confiando en que este encuentro brinde una oportunidad para una reflexión más profunda sobre las causas de la crisis económica que sacude al mundo en los últimos años, quisiera aportar algunas consideraciones con la esperanza de que puedan enriquecer los debates del Foro y dar una contribución útil a su importante labor.
 
La nuestra, es una época de grandes cambios y avances significativos en diversas áreas, y esto tiene consecuencias importantes para la vida humana. Efectivamente "son de alabar los avances que contribuyen al bienestar de la gente, como, por ejemplo, en el ámbito de la salud, de la educación y de la comunicación” (Evangelii Gaudium, 52), así como en muchos otros sectores de la actividad humana, y hay que reconocer el papel fundamental desempeñado por la economía moderna en estos cambios, a la hora de fomentar y desarrollar los recursos inmensos de la inteligencia humana. Sin embargo, los objetivos logrados -aunque hayan reducido la pobreza de un gran número de personas - a menudo han llevado aparejada una amplia exclusión social. De hecho, la mayor parte de los hombres y mujeres de nuestro tiempo siguen experimentando la inseguridad cotidiana, y no raramente con consecuencias trágicas.
 
Con respecto a vuestra reunión, me gustaría hacer hincapié en la importancia que tienen los distintos sectores políticos y económicos en la promoción de un enfoque inclusivo que tenga en cuenta la dignidad de toda persona humana y el bien común. Me refiero a la atención que debería plasmar cualquier decisión política y económica, pero que, de momento, parece ser poco más que un replanteamiento. Los que trabajan en estos sectores tienen una responsabilidad precisa para con los demás, especialmente con los más frágiles, débiles y vulnerables.
 
Es intolerable que todavía miles de personas mueran cada día de hambre, a pesar de las grandes cantidades de alimentos disponibles y, a menudo, simplemente desperdiciados. Del mismo modo, no pueden dejar de impresionarnos los innumerables refugiados que buscando condiciones de vida con un mínimo de dignidad, no sólo no consiguen encontrar hospitalidad, sino que a menudo mueren trágicamente mientras se desplazan de un lugar a otro. Sé que estas son palabras fuertes, incluso dramáticas, pero al mismo tiempo quieren reafirmar y desafiar la capacidad de este Foro para marcar la diferencia. De hecho, los que han demostrado la capacidad para innovar y mejorar la vida de muchas personas a través de su creatividad y experiencia profesional, pueden ofrecer una contribución adicional poniendo sus capacidades al servicio de los que aún viven en medio de una terrible pobreza.
 
Hace falta, por lo tanto, un renovado, profundo y amplio sentido de responsabilidad por parte de todos. “La vocación de un empresario es una noble tarea, siempre que se deje interpelar por un sentido más amplio de la vida” (Evangelii Gaudium , 203). De este modo, los hombres y las mujeres pueden servir más eficazmente al bien común y hacer que los bienes del mundo sean más accesibles para todos. Sin embargo, el crecimiento de la igualdad requiere algo más que el crecimiento económico, aunque si lo presupone. Se requiere, en primer lugar, "una visión trascendente de la persona" (Benedicto XVI , Caritas in Veritate, 11 ), porque "sin la perspectiva de una vida eterna, el progreso humano en este mundo se queda sin aliento”. (Ibid) . Además, necesita decisiones, mecanismos y procesos encaminados a una mejor distribución de la riqueza, la creación de fuentes de empleo y la promoción integral del pobre, que va más allá de una simple mentalidad de asistencia.
 
Estoy convencido que una apertura tal a lo trascendente puede dar forma a una nueva mentalidad política y económica, capaz de reconducir toda la actividad económica y financiera dentro de un enfoque ético que sea verdaderamente humano. La comunidad económica internacional puede contar con muchos hombres y mujeres de gran honestidad e integridad personal, cuya labor se inspira y guía por nobles ideales de justicia, generosidad y atención por el auténtico desarrollo de la familia humana. Os exhorto a aprovechar estos grandes recursos humanos y morales, y a haceros cargo de este desafío con determinación y visión de futuro. Sin ignorar, por supuesto, los requisitos específicos, científicos y profesionales, de cada sector, os pido que os esforcéis para que la humanidad se sirva de la riqueza y no sea gobernada por ella.
 
Estimado Presidente, queridos amigos espero que podáis ver en estas breves palabras un signo de mi atención pastoral y una aportación constructiva para que vuestra actividad sea siempre más noble y fecunda. Renuevo mis mejores deseos para el éxito de la reunión e invoco la bendición divina sobre vosotros y los participantes del Foro, así como sobre vuestras familias y vuestro trabajo.
 
Vaticano, 17 de enero de 2014.
 
Francisco
(RV)
 
Paz y Bien
 
ARCD
 
Nota
 
[1] Cf. Mensaje del Papa al Foro de Davos: Un enfoque inclusivo que tenga en cuenta dignidad de toda persona y bien común


sábado, 18 de enero de 2014

El 5° Mandamiento “No Mataras” en el Catecismo de la Iglesia Católica

El 5° Mandamiento “No Mataras” en el Catecismo de la Iglesia Católica
 
Por
 
Angel R. Cepeda Dovala
 
El mundo se convulsiona por la violencia en muchos países por distintas causas, en el caso de México las muertes se han incrementado según las estadísticas, donde han perdido la vida mucha gente inocente en distintos estados del país; el Papa Francisco menciona vía Twiter el día de hoy que “Las guerras destrozan muchas vidas. Pienso especialmente en los niños a los que les han robado su infancia.” A propósito de la violenta cultura de la muerte, se antepone la Pacifica Cultura de la Vida, por lo que es muy importante reflexionar y meditar sobre el 5° Mandamiento “No Mataras” en el Catecismo de la Iglesia Católica, con la finalidad también de hacer oración por la paz, a continuación el contenido y enlace en la Santa Sede
 
Artículo 5: El quinto mandamiento (2258-2330)
 
I. El respeto de la vida humana 
 
II. El respeto de la dignidad de las personas
 
III. La defensa de la paz
 
Resumen
 
Paz y Bien
 
ARCD
 
Referencia:
 
TERCERA PARTE
LA VIDA EN CRISTO
SEGUNDA SECCIÓN
LOS DIEZ MANDAMIENTOS
CAPÍTULO SEGUNDO
«AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO»
 
ARTÍCULO 5
 
EL QUINTO MANDAMIENTO
 
«No matarás» (Ex 20, 13).
 
«Habéis oído que se dijo a los antepasados: “No matarás”; y aquel que mate será reo ante el tribunal. Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal» (Mt 5, 21-22).
 
2258 “La vida humana ha de ser tenida como sagrada, porque desde su inicio es fruto de la acción creadora de Dios y permanece siempre en una especial relación con el Creador, su único fin. Sólo Dios es Señor de la vida desde su comienzo hasta su término; nadie, en ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Instr. Donum vitae,  intr. 5).
 
I. El respeto de la vida humana
 
El testimonio de la historia sagrada
 
2259 La Escritura, en el relato de la muerte de Abel a manos de su hermano Caín (cf Gn 4, 8-12), revela, desde los comienzos de la historia humana, la presencia en el hombre de la ira y la codicia, consecuencias del pecado original. El hombre se convirtió en el enemigo de sus semejantes. Dios manifiesta la maldad de este fratricidio: “¿Qué has hecho? Se oye la sangre de tu hermano clamar a mí desde el suelo. Pues bien: maldito seas, lejos de este suelo que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano” (Gn 4, 10-11).
 
2260 La alianza de Dios y de la humanidad está tejida de llamamientos a reconocer la vida humana como don divino y de la existencia de una violencia fratricida en el corazón del hombre:
 
«Y yo os prometo reclamar vuestra propia sangre [..] Quien vertiere sangre de hombre, por otro hombre será su sangre vertida, porque a imagen de Dios hizo él al hombre» (Gn 9, 5-6).
 
El Antiguo Testamento consideró siempre la sangre como un signo sagrado de la vida (cf Lv 17, 14). La validez de esta enseñanza es para todos los tiempos.
 
2261 La Escritura precisa lo que el quinto mandamiento prohíbe: “No quites la vida del inocente y justo” (Ex 23, 7). El homicidio voluntario de un inocente es gravemente contrario a la dignidad del ser humano, a la regla de oro y a la santidad del Creador. La ley que lo proscribe posee una validez universal: obliga a todos y a cada uno, siempre y en todas partes.
 
2262 En el Sermón de la Montaña, el Señor recuerda el precepto: “No matarás” (Mt 5, 21), y añade el rechazo absoluto de la ira, del odio y de la venganza. Más aún, Cristo exige a sus discípulos presentar la otra mejilla (cf Mt 5, 22-39), amar a los enemigos (cf Mt 5, 44). El mismo no se defendió y dijo a Pedro que guardase la espada en la vaina (cf Mt 26, 52).
 
La legítima defensa
 
2263 La legítima defensa de las personas y las sociedades no es una excepción a la prohibición de la muerte del inocente que constituye el homicidio voluntario. “La acción de defenderse [...] puede entrañar un doble efecto: el uno es la conservación de la propia vida; el otro, la muerte del agresor” (Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae, 2-2, q. 64, a. 7). “Nada impide que un solo acto tenga dos efectos, de los que uno sólo es querido, sin embargo el otro está más allá de la intención” (Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae, 2-2, q. 64, a. 7).
 
2264 El amor a sí mismo constituye un principio fundamental de la moralidad. Es, por tanto, legítimo hacer respetar el propio derecho a la vida. El que defiende su vida no es culpable de homicidio, incluso cuando se ve obligado a asestar a su agresor un golpe mortal:
 
«Si para defenderse se ejerce una violencia mayor que la necesaria, se trataría de una acción ilícita. Pero si se rechaza la violencia en forma mesurada, la acción sería lícita [...] y no es necesario para la salvación que se omita este acto de protección mesurada a fin de evitar matar al otro, pues es mayor la obligación que se tiene de velar por la propia vida que por la de otro» (Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae, 2-2, q. 64, a. 7).
 
2265 La legítima defensa puede ser no solamente un derecho, sino un deber grave, para el que es responsable de la vida de otro. La defensa del bien común exige colocar al agresor en la situación de no poder causar prejuicio. Por este motivo, los que tienen autoridad legítima tienen también el derecho de rechazar, incluso con el uso de las armas, a los agresores de la sociedad civil confiada a su responsabilidad.
 
2266 A la exigencia de la tutela del bien común corresponde el esfuerzo del Estado para contener la difusión dem comportamientos lesivos de los derechos humanos y las normas fundamentales de la convivencia civil. La legítima autoridad pública tiene el derecho y el deber de aplicar penas proporcionadas a la gravedad del delito. La pena tiene, ante todo, la finalidad de reparar el desorden introducido por la culpa. Cuando la pena es aceptada voluntariamente por el culpable, adquiere un valor de expiación. La pena finalmente, además de la defensa del orden público y la tutela de la seguridad de las personas, tiene una finalidad medicinal: en la medida de lo posible, debe contribuir a la enmienda del culpable.
 
2267 La enseñanza tradicional de la Iglesia no excluye, supuesta la plena comprobación de la identidad y de la responsabilidad del culpable, el recurso a la pena de muerte, si esta fuera el único camino posible para defender eficazmente del agresor injusto las vidas humanas.
 
Pero si los medios incruentos bastan para proteger y defender del agresor la seguridad de las personas, la autoridad se limitará a esos medios, porque ellos corresponden mejor a las condiciones concretas del bien común y son más conformes con la dignidad de la persona humana.
 
Hoy, en efecto, como consecuencia de las posibilidades que tiene el Estado para reprimir eficazmente el crimen, haciendo inofensivo a aquél que lo ha cometido sin quitarle definitivamente la posibilidad de redimirse, los casos en los que sea absolutamente necesario suprimir al reo «suceden muy [...] rara vez [...], si es que ya en realidad se dan algunos» (EV 56)
 
El homicidio voluntario
 
2268 El quinto mandamiento condena como gravemente pecaminoso el homicidio directo y voluntario. El que mata y los que cooperan voluntariamente con él cometen un pecado que clama venganza al cielo (cf Gn 4, 10).
 
El infanticidio (cf GS 51), el fratricidio, el parricidio, el homicidio del cónyuge son crímenes especialmente graves a causa de los vínculos naturales que destruyen. Preocupaciones de eugenesia o de salud pública no pueden justificar ningún homicidio, aunque fuera ordenado por las propias autoridades.
 
2269 El quinto mandamiento prohíbe hacer algo con intención de provocar indirectamente la muerte de una persona. La ley moral prohíbe exponer a alguien sin razón grave a un riesgo mortal, así como negar la asistencia a una persona en peligro.
 
La aceptación por parte de la sociedad de hambres que provocan muertes sin esforzarse por remediarlas es una escandalosa injusticia y una falta grave. Los traficantes cuyas prácticas usurarias y mercantiles provocan el hambre y la muerte de sus hermanos los hombres, cometen indirectamente un homicidio. Este les es imputable (cf Am 8, 4-10).
 
El homicidio involuntario no es moralmente imputable. Pero no se está libre de falta grave cuando, sin razones proporcionadas, se ha obrado de manera que se ha seguido la muerte, incluso sin intención de causarla.
 
El aborto
 
2270 La vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción. Desde el primer momento de su existencia, el ser humano debe ver reconocidos sus derechos de persona, entre los cuales está el derecho inviolable de todo ser inocente a la vida (cf Congregación para la Doctrina de la Fe, Instr. Donum vitae, 1, 1).
 
«Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía, y antes que nacieses te tenía consagrado» (Jr 1, 5).
 
«Y mis huesos no se te ocultaban, cuando era yo hecho en lo secreto, tejido en las honduras de la tierra» (Sal 139, 15).
 
2271 Desde el siglo primero, la Iglesia ha afirmado la malicia moral de todo aborto provocado. Esta enseñanza no ha cambiado; permanece invariable. El aborto directo, es decir, querido como un fin o como un medio, es gravemente contrario a la ley moral.
 
«No matarás el embrión mediante el aborto, no darás muerte al recién nacido» (Didajé, 2, 2; cf. Epistula Pseudo Barnabae, 19, 5; Epistula ad Diognetum 5, 5; Tertuliano, Apologeticum, 9, 8).
 
«Dios [...], Señor de la vida, ha confiado a los hombres la excelsa misión de conservar la vida, misión que deben cumplir de modo digno del hombre. Por consiguiente, se ha de proteger la vida con el máximo cuidado desde la concepción; tanto el aborto como el infanticidio son crímenes abominables» (GS 51, 3).
 
2272 La cooperación formal a un aborto constituye una falta grave. La Iglesia sanciona con pena canónica de excomunión este delito contra la vida humana. “Quien procura el aborto, si éste se produce, incurre en excomunión latae sententiae” (CIC can. 1398), es decir, “de modo que incurre ipso facto en ella quien comete el delito” (CIC can. 1314), en las condiciones previstas por el Derecho (cf CIC can. 1323-1324). Con esto la Iglesia no pretende restringir el ámbito de la misericordia; lo que hace es manifestar la gravedad del crimen cometido, el daño irreparable causado al inocente a quien se da muerte, a sus padres y a toda la sociedad.
 
2273 El derecho inalienable de todo individuo humano inocente a la vida constituye un elemento constitutivo de la sociedad civil y de su legislación:
 
“Los derechos inalienables de la persona deben ser reconocidos y respetados por parte de la sociedad civil y de la autoridad política. Estos derechos del hombre no están subordinados ni a los individuos ni a los padres, y tampoco son una concesión de la sociedad o del Estado: pertenecen a la naturaleza humana y son inherentes a la persona en virtud del acto creador que la ha originado. Entre esos derechos fundamentales es preciso recordar a este propósito el derecho de todo ser humano a la vida y a la integridad física desde la concepción hasta la muerte” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Instr. Donum vitae 3).
 
“Cuando una ley positiva priva a una categoría de seres humanos de la protección que el ordenamiento civil les debe, el Estado niega la igualdad de todos ante la ley. Cuando el Estado no pone su poder al servicio de los derechos de todo ciudadano, y particularmente de quien es más débil, se quebrantan los fundamentos mismos del Estado de derecho [...] El respeto y la protección que se han de garantizar, desde su misma concepción, a quien debe nacer, exige que la ley prevea sanciones penales apropiadas para toda deliberada violación de sus derechos” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Instr. Donum vitae 3).
 
2274 Puesto que debe ser tratado como una persona desde la concepción, el embrión deberá ser defendido en su integridad, cuidado y atendido médicamente en la medida de lo posible, como todo otro ser humano.
 
El diagnóstico prenatal es moralmente lícito, “si respeta la vida e integridad del embrión y del feto humano, y si se orienta hacia su protección o hacia su curación [...] Pero se opondrá gravemente a la ley moral cuando contempla la posibilidad, en dependencia de sus resultados, de provocar un aborto: un diagnóstico que atestigua la existencia de una malformación o de una enfermedad hereditaria no debe equivaler a una sentencia de muerte” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Instr. Donum vitae 1, 2).
 
2275 Se deben considerar “lícitas las intervenciones sobre el embrión humano, siempre que respeten la vida y la integridad del embrión, que no lo expongan a riesgos desproporcionados, que tengan como fin su curación, la mejora de sus condiciones de salud o su supervivencia individual” (Instr. Donum vitae 1, 3).
 
«Es inmoral [...] producir embriones humanos destinados a ser explotados como “material biológico” disponible» (Instr. Donum vitae 1, 5).
 
“Algunos intentos de intervenir en el patrimonio cromosómico y genético no son terapéuticos, sino que miran a la producción de seres humanos seleccionados en cuanto al sexo u otras cualidades prefijadas. Estas manipulaciones son contrarias a la dignidad personal del ser humano, a su integridad y a su identidad” (Instr. Donum vitae 1, 6).
 
La eutanasia
 
2276 Aquellos cuya vida se encuentra disminuida o debilitada tienen derecho a un respeto especial. Las personas enfermas o disminuidas deben ser atendidas para que lleven una vida tan normal como sea posible.
 
2277 Cualesquiera que sean los motivos y los medios, la eutanasia directa consiste en poner fin a la vida de personas disminuidas, enfermas o moribundas. Es moralmente inaceptable.
 
Por tanto, una acción o una omisión que, de suyo o en la intención, provoca la muerte para suprimir el dolor, constituye un homicidio gravemente contrario a la dignidad de la persona humana y al respeto del Dios vivo, su Creador. El error de juicio en el que se puede haber caído de buena fe no cambia la naturaleza de este acto homicida, que se ha de rechazar y excluir siempre (cf. Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, Decl.  Iura et bona).
 
2278 La interrupción de tratamientos médicos onerosos, peligrosos, extraordinarios o desproporcionados a los resultados puede ser legítima. Interrumpir estos tratamientos es rechazar el “encarnizamiento terapéutico”. Con esto no se pretende provocar la muerte; se acepta no poder impedirla. Las decisiones deben ser tomadas por el paciente, si para ello tiene competencia y capacidad o si no por los que tienen los derechos legales, respetando siempre la voluntad razonable y los intereses legítimos del paciente.
 
2279 Aunque la muerte se considere inminente, los cuidados ordinarios debidos a una persona enferma no pueden ser legítimamente interrumpidos. El uso de analgésicos para aliviar los sufrimientos del moribundo, incluso con riesgo de abreviar sus días, puede ser moralmente conforme a la dignidad humana si la muerte no es pretendida, ni como fin ni como medio, sino solamente prevista y tolerada como inevitable. Los cuidados paliativos constituyen una forma privilegiada de la caridad desinteresada. Por esta razón deben ser alentados.
 
El suicidio
 
2280 Cada cual es responsable de su vida delante de Dios que se la ha dado. Él sigue siendo su soberano Dueño. Nosotros estamos obligados a recibirla con gratitud y a conservarla para su honor y para la salvación de nuestras almas. Somos administradores y no propietarios de la vida que Dios nos ha confiado. No disponemos de ella.
 
2281 El suicidio contradice la inclinación natural del ser humano a conservar y perpetuar su vida. Es gravemente contrario al justo amor de sí mismo. Ofende también al amor del prójimo porque rompe injustamente los lazos de solidaridad con las sociedades familiar, nacional y humana con las cuales estamos obligados. El suicidio es contrario al amor del Dios vivo.
 
2282 Si se comete con intención de servir de ejemplo, especialmente a los jóvenes, el suicidio adquiere además la gravedad del escándalo. La cooperación voluntaria al suicidio es contraria a la ley moral.
 
Trastornos psíquicos graves, la angustia, o el temor grave de la prueba, del sufrimiento o de la tortura, pueden disminuir la responsabilidad del suicida.
 
2283 No se debe desesperar de la salvación eterna de aquellas personas que se han dado muerte. Dios puede haberles facilitado por caminos que Él solo conoce la ocasión de un arrepentimiento salvador. La Iglesia ora por las personas que han atentado contra su vida.
 
II. El respeto de la dignidad de las personas
 
El respeto del alma del prójimo: el escándalo
 
2284 El escándalo es la actitud o el comportamiento que induce a otro a hacer el mal. El que escandaliza se convierte en tentador de su prójimo. Atenta contra la virtud y el derecho; puede ocasionar a su hermano la muerte espiritual. El escándalo constituye una falta grave si, por acción u omisión, arrastra deliberadamente a otro a una falta grave.
 
2285 El escándalo adquiere una gravedad particular según la autoridad de quienes lo causan o la debilidad de quienes lo padecen. Inspiró a nuestro Señor esta maldición: “Al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y le hundan en lo profundo del mar” (Mt 18, 6; cf 1 Co 8, 10-13). El escándalo es grave cuando es causado por quienes, por naturaleza o por función, están obligados a enseñar y educar a otros. Jesús, en efecto, lo reprocha a los escribas y fariseos: los compara a lobos disfrazados de corderos (cf Mt 7, 15).
 
2286 El escándalo puede ser provocado por la ley o por las instituciones, por la moda o por la opinión.
 
Así se hacen culpables de escándalo quienes instituyen leyes o estructuras sociales que llevan a la degradación de las costumbres y a la corrupción de la vida religiosa, o a “condiciones sociales que, voluntaria o involuntariamente, hacen ardua y prácticamente imposible una conducta cristiana conforme a los mandamientos del Sumo legislador” (Pío XII,  Mensaje radiofónico, 1 junio 1941). Lo mismo ha de decirse de los empresarios que imponen procedimientos que incitan al fraude, de los educadores que “exasperan” a sus alumnos (cf Ef 6, 4; Col 3, 21), o de los que, manipulando la opinión pública, la desvían de los valores morales.
 
2287 El que usa los poderes de que dispone en condiciones que arrastren a hacer el mal se hace culpable de escándalo y responsable del mal que directa o indirectamente ha favorecido. “Es imposible que no vengan escándalos; pero, ¡ay de aquel por quien vienen!” (Lc 17, 1).
 
El respeto de la salud
 
2288 La vida y la salud física son bienes preciosos confiados por Dios. Debemos cuidar de ellos racionalmente teniendo en cuenta las necesidades de los demás y el bien común.
 
El cuidado de la salud de los ciudadanos requiere la ayuda de la sociedad para lograr las condiciones de existencia que permiten crecer y llegar a la madurez: alimento y vestido, vivienda, cuidados de la salud, enseñanza básica, empleo y asistencia social.
 
2289 La moral exige el respeto de la vida corporal, pero no hace de ella un valor absoluto. Se opone a una concepción neopagana que tiende a promover el culto del cuerpo, a sacrificar todo a él, a idolatrar la perfección física y el éxito deportivo. Semejante concepción, por la selección que opera entre los fuertes y los débiles, puede conducir a la perversión de las relaciones humanas.
 
2290 La virtud de la templanza conduce a evitar toda clase de excesos, el abuso de la comida, del alcohol, del tabaco y de las medicinas. Quienes en estado de embriaguez, o por afición inmoderada de velocidad, ponen en peligro la seguridad de los demás y la suya propia en las carreteras, en el mar o en el aire, se hacen gravemente culpables.
 
2291 El uso de la droga inflige muy graves daños a la salud y a la vida humana. Fuera de los casos en que se recurre a ello por prescripciones estrictamente terapéuticas, es una falta grave. La producción clandestina y el tráfico de drogas son prácticas escandalosas; constituyen una cooperación directa, porque incitan a ellas, a prácticas gravemente contrarias a la ley moral.
 
El respeto de la persona y la investigación científica
 
2292 Los experimentos científicos, médicos o psicológicos, en personas o grupos humanos, pueden contribuir a la curación de los enfermos y al progreso de la salud pública.
 
2293 Tanto la investigación científica de base como la investigación aplicada constituyen una expresión significativa del dominio del hombre sobre la creación. La ciencia y la técnica son recursos preciosos cuando son puestos al servicio del hombre y promueven su desarrollo integral en beneficio de todos; sin embargo, por sí solas no pueden indicar el sentido de la existencia y del progreso humano. La ciencia y la técnica están ordenadas al hombre que les ha dado origen y crecimiento; tienen por tanto en la persona y en sus valores morales el sentido de su finalidad y la conciencia de sus límites.
 
2294 Es ilusorio reivindicar la neutralidad moral de la investigación científica y de sus aplicaciones. Por otra parte, los criterios de orientación no pueden ser deducidos ni de la simple eficacia técnica, ni de la utilidad que puede resultar de ella para unos con detrimento de otros, y, menos aún, de las ideologías dominantes. La ciencia y la técnica requieren por su significación intrínseca el respeto incondicionado de los criterios fundamentales de la moralidad; deben estar al servicio de la persona humana, de sus derechos inalienables, de su bien verdadero e integral, conforme al designio y la voluntad de Dios.
 
2295 Las investigaciones o experimentos en el ser humano no pueden legitimar actos que en sí mismos son contrarios a la dignidad de las personas y a la ley moral. El eventual consentimiento de los sujetos no justifica tales actos. La experimentación en el ser humano no es moralmente legítima si hace correr riesgos desproporcionados o evitables a la vida o a la integridad física o psíquica del sujeto. La experimentación en seres humanos no es conforme a la dignidad de la persona si, por añadidura, se hace sin el consentimiento consciente del sujeto o de quienes tienen derecho sobre él.
 
2296 El trasplante de órganos es conforme a la ley moral si los daños y los riesgos físicos y psíquicos que padece el donante son proporcionados al bien que se busca para el destinatario. La donación de órganos después de la muerte es un acto noble y meritorio, que debe ser alentado como manifestación de solidaridad generosa. Es moralmente inadmisible si el donante o sus legítimos representantes no han dado su explícito consentimiento. Además, no se puede admitir moralmente la mutilación que deja inválido, o provocar directamente la muerte, aunque se haga para retrasar la muerte de otras personas.
 
El respeto de la integridad corporal
 
2297 Los secuestros y el tomar rehenes hacen que impere el terror y, mediante la amenaza, ejercen intolerables presiones sobre las víctimas. Son moralmente ilegítimos. El terrorismo, amenaza, hiere y mata sin discriminación; es gravemente contrario a la justicia y a la caridad. La tortura, que usa de violencia física o moral, para arrancar confesiones, para castigar a los culpables, intimidar a los que se oponen, satisfacer el odio, es contraria al respeto de la persona y de la dignidad humana. Exceptuados los casos de prescripciones médicas de orden estrictamente terapéutico, las amputaciones, mutilaciones o esterilizaciones directamente voluntarias de personas inocentes son contrarias a la ley moral (cf Pío XI, Cart enc.  Casti connubii: DS 3722).
 
2298 En tiempos pasados, se recurrió de modo ordinario a prácticas crueles por parte de autoridades legítimas para mantener la ley y el orden, con frecuencia sin protesta de los pastores de la Iglesia, que incluso adoptaron, en sus propios tribunales las prescripciones del derecho romano sobre la tortura. Junto a estos hechos lamentables, la Iglesia ha enseñado siempre el deber de clemencia y misericordia; prohibió a los clérigos derramar sangre. En tiempos recientes se ha hecho evidente que estas prácticas crueles no eran ni necesarias para el orden público ni conformes a los derechos legítimos de la persona humana. Al contrario, estas prácticas conducen a las peores degradaciones. Es preciso esforzarse por su abolición, y orar por las víctimas y sus verdugos.
 
El respeto a los muertos
 
2299 A los moribundos se han de prestar todas las atenciones necesarias para ayudarles a vivir sus últimos momentos en la dignidad y la paz. Deben ser ayudados por la oración de sus parientes, los cuales cuidarán que los enfermos reciban a tiempo los sacramentos que preparan para el encuentro con el Dios vivo.
 
2300 Los cuerpos de los difuntos deben ser tratados con respeto y caridad en la fe y la esperanza de la resurrección. Enterrar a los muertos es una obra de misericordia corporal (cf Tb 1, 16-18), que honra a los hijos de Dios, templos del Espíritu Santo.
 
2301 La autopsia de los cadáveres es moralmente admisible cuando hay razones de orden legal o de investigación científica. El don gratuito de órganos después de la muerte es legítimo y puede ser meritorio.
 
La Iglesia permite la incineración cuando con ella no se cuestiona la fe en la resurrección del cuerpo (cf CIC can. 1176, § 3).
 
III. La defensa de la paz
 
La paz
 
2302 Recordando el precepto: “No matarás” (Mt 5, 21), nuestro Señor pide la paz del corazón y denuncia la inmoralidad de la cólera homicida y del odio:
 
La ira es un deseo de venganza. “Desear la venganza para el mal de aquel a quien es preciso castigar, es ilícito”; pero es loable imponer una reparación “para la corrección de los vicios y el mantenimiento de la justicia” (Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae, 2-2, q. 158, a. 1, ad 3). Si la ira llega hasta el deseo deliberado de matar al prójimo o de herirlo gravemente, constituye una falta grave contra la caridad; es pecado mortal. El Señor dice: “Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal” (Mt 5, 22).
 
2303 El odio voluntario es contrario a la caridad. El odio al prójimo es pecado cuando se le desea deliberadamente un mal. El odio al prójimo es un pecado grave cuando se le desea deliberadamente un daño grave. “Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial...” (Mt 5, 44-45).
 
2304 El respeto y el desarrollo de la vida humana exigen la paz. La paz no es sólo ausencia de guerra y no se limita a asegurar el equilibrio de fuerzas adversas. La paz no puede alcanzarse en la tierra, sin la salvaguardia de los bienes de las personas, la libre comunicación entre los seres humanos, el respeto de la dignidad de las personas y de los pueblos, la práctica asidua de la fraternidad. Es la “tranquilidad del orden” (San Agustín, De civitate Dei 19, 13). Es obra de la justicia (cf Is 32, 17) y efecto de la caridad (cf GS 78, 1-2).
 
2305 La paz terrenal es imagen y fruto de la paz de Cristo, el “Príncipe de la paz” mesiánica (Is 9, 5). Por la sangre de su cruz, “dio muerte al odio en su carne” (Ef 2, 16; cf Col 1, 20-22), reconcilió con Dios a los hombres e hizo de su Iglesia el sacramento de la unidad del género humano y de su unión con Dios. “El es nuestra paz” (Ef 2, 14). Declara “bienaventurados a los que construyen la paz” (Mt 5, 9).
 
2306 Los que renuncian a la acción violenta y sangrienta y recurren para la defensa de los derechos del hombre a medios que están al alcance de los más débiles, dan testimonio de caridad evangélica, siempre que esto se haga sin lesionar los derechos y obligaciones de los otros hombres y de las sociedades. Atestiguan legítimamente la gravedad de los riesgos físicos y morales del recurso a la violencia con sus ruinas y sus muertes (cf GS 78).
 
Evitar la guerra
 
2307 El quinto mandamiento condena la destrucción voluntaria de la vida humana. A causa de los males y de las injusticias que ocasiona toda guerra, la Iglesia insta constantemente a todos a orar y actuar para que la Bondad divina nos libre de la antigua servidumbre de la guerra (cf GS 81).
 
2308 Todo ciudadano y todo gobernante están obligados a empeñarse en evitar las guerras.
 
Sin embargo, “mientras exista el riesgo de guerra y falte una autoridad internacional competente y provista de la fuerza correspondiente, una vez agotados todos los medios de acuerdo pacífico, no se podrá negar a los gobiernos el derecho a la legítima defensa” (GS 79).
 
2309 Se han de considerar con rigor las condiciones estrictas de una legítima defensa mediante la fuerza militar. La gravedad de semejante decisión somete a esta a condiciones rigurosas de legitimidad moral. Es preciso a la vez:
 
— Que el daño causado por el agresor a la nación o a la comunidad de las naciones sea duradero, grave y cierto.
 
— Que todos los demás medios para poner fin a la agresión hayan resultado impracticables o ineficaces.
 
— Que se reúnan las condiciones serias de éxito.
 
— Que el empleo de las armas no entrañe males y desórdenes más graves que el mal que se pretende eliminar. El poder de los medios modernos de destrucción obliga a una prudencia extrema en la apreciación de esta condición.
 
Estos son los elementos tradicionales enumerados en la doctrina llamada de la “guerra justa”.
 
La apreciación de estas condiciones de legitimidad moral pertenece al juicio prudente de quienes están a cargo del bien común.
 
2310 Los poderes públicos tienen en este caso el derecho y el deber de imponer a los ciudadanos las obligaciones necesarias para la defensa nacional.
 
Los que se dedican al servicio de la patria en la vida militar son servidores de la seguridad y de la libertad de los pueblos. Si realizan correctamente su tarea, colaboran verdaderamente al bien común de la nación y al mantenimiento de la paz (cf GS 79).
 
2311 Los poderes públicos atenderán equitativamente al caso de quienes, por motivos de conciencia, rehúsan el empleo de las armas; éstos siguen obligados a servir de otra forma a la comunidad humana (cf GS 79).
 
2312 La Iglesia y la razón humana declaran la validez permanente de la ley moral durante los conflictos armados. “Una vez estallada desgraciadamente la guerra, no todo es lícito entre los contendientes” (GS 79).
 
2313 Es preciso respetar y tratar con humanidad a los no combatientes, a los soldados heridos y a los prisioneros.
 
Las acciones deliberadamente contrarias al derecho de gentes y a sus principios universales, como asimismo las disposiciones que las ordenan, son crímenes. Una obediencia ciega no basta para excusar a los que se someten a ella. Así, el exterminio de un pueblo, de una nación o de una minoría étnica debe ser condenado como un pecado mortal. Existe la obligación moral de desobedecer aquellas decisiones que ordenan genocidios.
 
2314 “Toda acción bélica que tiende indiscriminadamente a la destrucción de ciudades enteras o de amplias regiones con sus habitantes, es un crimen contra Dios y contra el hombre mismo, que hay que condenar con firmeza y sin vacilaciones” (GS 80). Un riesgo de la guerra moderna consiste en facilitar a los que poseen armas científicas, especialmente atómicas, biológicas o químicas, la ocasión de cometer semejantes crímenes.
 
2315 La acumulación de armas es para muchos como una manera paradójica de apartar de la guerra a posibles adversarios. Ven en ella el más eficaz de los medios, para asegurar la paz entre las naciones. Este procedimiento de disuasión merece severas reservas morales. La carrera de armamentos no asegura la paz. En lugar de eliminar las causas de guerra, corre el riesgo de agravarlas. La inversión de riquezas fabulosas en la fabricación de armas siempre más modernas impide la ayuda a los pueblos indigentes (cf PP 53), y obstaculiza su desarrollo. El exceso de armamento multiplica las razones de conflictos y aumenta el riesgo de contagio.
 
2316 La producción y el comercio de armas atañen hondamente al bien común de las naciones y de la comunidad internacional. Por tanto, las autoridades tienen el derecho y el deber de regularlas. La búsqueda de intereses privados o colectivos a corto plazo no legitima empresas que fomentan violencias y conflictos entre las naciones, y que comprometen el orden jurídico internacional.
 
2317 Las injusticias, las desigualdades excesivas de orden económico o social, la envidia, la desconfianza y el orgullo, que existen entre los hombres y las naciones, amenazan sin cesar la paz y causan las guerras. Todo lo que se hace para superar estos desórdenes contribuye a edificar la paz y evitar la guerra:
 
«En la medida en que los hombres son pecadores, les amenaza y les amenazará hasta la venida de Cristo, el peligro de guerra; en la medida en que, unidos por la caridad, superan el pecado, se superan también las violencias hasta que se cumpla la palabra: “De sus espadas forjarán arados y de sus lanzas podaderas. Ninguna nación levantará ya más la espada contra otra y no se adiestrarán más para el combate” (Is 2, 4)» (GS 78).
 
Resumen
 
2318 “Dios [...] tiene en su mano el alma de todo ser viviente y el soplo de toda carne de hombre” (Jb 12, 10).
 
2319 Toda vida humana, desde el momento de la concepción hasta la muerte, es sagrada, pues la persona humana ha sido amada por sí misma a imagen y semejanza del Dios vivo y santo.
 
2320 Causar la muerte a un ser humano es gravemente contrario a la dignidad de la persona y a la santidad del Creador.
 
2321 La prohibición de causar la muerte no suprime el derecho de impedir que un injusto agresor cause daño. La legítima defensa es un deber grave para quien es responsable de la vida de otro o del bien común.
 
2322 Desde su concepción, el niño tiene el derecho a la vida. El aborto directo, es decir, buscado como un fin o como un medio, es una práctica infame (cf  GS 27), gravemente contraria a la ley moral. La Iglesia sanciona con pena canónica de excomunión este delito contra la vida humana.
 
2323 Porque ha de ser tratado como una persona desde su concepción, el embrión debe ser defendido en su integridad, atendido y cuidado médicamente como cualquier otro ser humano.
 
2324 La eutanasia voluntaria, cualesquiera que sean sus formas y sus motivos, constituye un homicidio. Es gravemente contraria a la dignidad de la persona humana y al respeto del Dios vivo, su Creador.
 
2325 El suicidio es gravemente contrario a la justicia, a la esperanza y a la caridad. Está prohibido por el quinto mandamiento.”
 
2326 El escándalo constituye una falta grave cuando por acción u omisión se induce deliberadamente a otro a pecar.”
 
2327 A causa de los males y de las injusticias que ocasiona toda guerra, debemos hacer todo lo que es razonablemente posible para evitarla. La Iglesia implora así: “del hambre, de la peste y de la guerra, líbranos Señor”.
 
2328 La Iglesia y la razón humana afirman la validez permanente de la ley moral durante los conflictos armados. Las prácticas deliberadamente contrarias al derecho de gentes y a sus principios universales son crímenes.
 
2329 “La carrera de armamentos es una plaga gravísima de la humanidad y perjudica a los pobres de modo intolerable” (GS 81).
 
2330 “Bienaventurados los que construyen la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios” (Mt 5, 9).
 
Referencia:
 
 
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